Aparte de la gastronomía, el cine es otra de mis pasiones. No hay nada que me produzca más satisfacción en esta vida que salir de la sala de cine con la sensación de que una película ha despertado mi curiosidad y mis sentidos, haciéndome olvidar el precio pagado por la entrada porque siento que ha merecido la pena.
El Vino Mío produce el mismo efecto en tu paladar que una magnífica película lo hace sobre tu corazón o tu mente. No en vano, estamos tratando con el que probablemente sea el mejor restaurante de Horta, además de auparse vertiginosamente hacia el Top-10 de mis restaurantes preferidos en Barcelona.
El Vino Mío ha sido una bocanada de aire fresco para nosotros y una agradable sorpresa descubierta en pleno corazón de Horta (Tajo 19). Hemos descubierto un lugar completamente alejado del bullicio del centro de la ciudad de Barcelona y donde difícilmente encontrarás turistas, fritanga y precios desorbitados. Es un restaurante que ha sabido añadir a su estética tradicional de restaurante de barrio de toda la vida una propuesta gastronómica creativa y diferente aderezada con un selección de vinos que hará las delicias de cualquier sommelier.
Uno de los aspectos que destaca del Vino Mío es una división en dos ambientes para el gusto de todos los públicos. En el piso de abajo funciona como una bodega de toda la vida para tapear de pie en plan más informal; en el piso de arriba, ofrece mesas con mantel para comer sentado en un ambiente más formal y relajado. Además, también dispone de una terraza exterior en una transitada calle del barrio.
El Vino Mío ofrece una propuesta de cocina mediterránea con productos frescos y de calidad, con una mezcla exquisita de platos caseros tradicionales con propuestas creativas del chef más propias de la alta cocina. La realidad es que disponen de una carta muy amplia de la que desearéis probar todo…
En nuestra visita optamos por compartir una selección de tapas originales y de una calidad excelente: patatas gajo con salsa romesco (una de las mejores patatas bravas que hemos probado en Barcelona); el timbal de berenjena con queso brie (una delicia para los sentidos); los minicanelones de pato con bechamel y foie (una mezcla espectacular de texturas); y carpaccio de presa ibérica con virutas de queso seco y emulsión de mostaza y miel (una auténtica exquisitez), acompañado de un pan con tomate crujiente y sabroso.
Aparte de que todas las tapas eran una explosión de sabor y constituían una delicia para el paladar, también me encantó la presentación y la mezcla propuesta de texturas y sabores. Además, se percibe que los platos están preparados con mucho cariño y con un gusto exquisito por los detalles. Por último, una de las notas características del Vino Mío es que presenta una carta de vinos muy amplia con una excelente y acertada selección de vinos para acompañar a sus deliciosos platos.
La relación calidad-precio del Vino Mío es fantástica y difícilmente encontrable en Barcelona, donde estamos más acostumbrados desafortunadamente a pagar restaurantes sobrepreciados por una calidad y un servicio mucho más mediocres. En este caso, para mí se trata de brindarse un festival culinario a un precio muy razonable y salir con la sensación de haber comido auténticas delicatesen. Quizás uno de los secretos del Vino Mío es que el chef sabe cómo combinar los ingredientes a la perfección y va añadiendo propuestas creativas a la de por sí maravillosa carta, lo que provoca que cada visita se convierta en una nueva experiencia para los sentidos.
Por lo que hace referencia a la atención, el trato es muy amable y acogedor, los camareros son jóvenes y enrollados, así como el servicio es rápido y eficiente. Además, te obsequian con una tapa al inicio y con un chupito al final de la comida, algo que siempre es de agradecer y cada vez sucede con menos frecuencia.
El Vino Mío es un restaurante adecuado para ir a compartir tapas en el barrio de Horta, tanto con amigos como en pareja, el resultado siempre será satisfactorio.
El Vino Mío es un local tremendamente recomendable por su calidad, presentación, trato y precio. Un lugar ideal para paladares que sepan apreciar una comida creativa y que valoren el vino como una propuesta añadida a una excelente comida. La realidad es que se come de maravilla y es una auténtica delicia para los sentidos, así que constituye una visita obligada desde cualquier punto de la ciudad, por muy lejos que estés.
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Nos apuntamos esta recomendación! Pinta muy bien!