Algunas veces tienes la oportunidad de visitar un local y el lugar te transmite buenas vibraciones. No sabes porqué pero te sientes a gusto, como en casa y cuando te vas piensas que acabas de vivir una experiencia única que ha merecido la pena. Este es en resumidas cuentas el sabor de boca que deja el Federal Café.
El Federal Café (Parlament, 39) es uno de los lugares de referencia en esta conocida calle del barrio de Sant Antoni y se ha ganado una merecida fama a base de una oferta gastronómica deliciosa en un entorno muy agradable. No en vano, se trata de uno de los lugares más populares de Barcelona para ir a hacer el brunch los fines de semana, así como para desayunar, merendar o cenar cualquier día de la semana. También se puede ir a tomar un café en cualquier momento del día o incluso a trabajar con el portátil, ya que se trata de un espacio tranquilo y cómodo.
Amado por muchos y odiado por algunos pocos, el Federal Café es un lugar que no deja indiferente. Pese a que posee una aura de local modernillo, no es en absoluto un local exclusivo para hipsters, gafapastas, Apple fans e Instagrammers.
De entrada, el Federal Café invita a entrar gracias a una cuidada estética minimalista de influencia nórdica, con muebles de madera y enormes ventanales que dejan pasar mucha luz y que lo convierten en un lugar muy acogedor. Como curiosidad, estos ventanales permanecen cerrados en invierno, pero cuando llega el buen tiempo se convierten en improvisadas mesas para dos muy cotizadas entre los clientes.
El local es amplio y se divide en dos plantas más una terraza superior. En la planta baja, posee una mesa gigante que permite la opción de compartir almuerzo con desconocidos. Recomiendo enormemente subir las escaleras observando con detalle cada uno de los rincones que ofrece y terminar en la tranquila terraza que se encuentran en la parte de arriba. Si hace un día agradable y tienes suerte de encontrar mesa, la terraza del Federal Café es sin duda uno de los mejores lugares de Barcelona para hacer un brunch.
Brunch en el Federal Café: la estrella de la carta
Pese a que en el Federal Café se puede desayunar, almorzar, merendar o cenar cualquier día de la semana, su especialidad es el brunch. Presenta una carta muy amplia y variada, con productos frescos y orgánicos y combinaciones extremadamente sabrosas que se pueden acompañar perfectamente con infinidad de zumos naturales de verduras o de frutas que revitalizan en cuestión de segundos.
Para el brunch, desde bols de cereales y los tradicionales croissants, hasta tostadas combinadas con todos los ingredientes que puedas imaginar, pasando por hamburguesas o huevos preparados de mil y una formas (revueltos, fritos, pochados, etc.). Como aderezo, batidos de frutas y verduras o los tradicionales cocktails como bloody marys o mimosas.
En su carta para comer o cenar, incluyen desde tapas para picar y ensaladas como entrantes, a sándwiches, quiches y hamburguesas originales que prometen hacer las delicias de cualquier paladar.
Si con esto no fuera suficiente, en cualquier momento del día te puedes acercar para tomar un cremoso café y degustar la repostería casera en forma de tartas, muffins y cupcakes que aguardan en las vitrinas de cristal listas para hacer la boca agua a cualquier visitante.
El Federal Café es un excelente lugar para ir con amigos y con tu pareja para hacer un brunch cualquier fin de semana, en un ambiente joven y relajado. Eso sí, conviene ir temprano porque no cogen reservas y es un lugar muy popular.
En cuanto a la relación calidad-precio, me parece muy correcta. Sin ser un lugar tirado de precio, ofrece platos principales y hamburguesas entre 6 y 10 euros para el brunch, aunque un factor interesante es que muchos de ellos se pueden customizar añadiendo más ingredientes que, lógicamente, encarecen el plato. Pero por 12-15€, se pueden hacer un brunch muy decente con un plato y una bebida. Si se añaden cafés, croissants o alguna tarta casera, la cuenta ya se puede disparar hasta los 20-25€ por cabeza.
Personalmente, me encanta el Federal Café por su ambiente, por el local, por la decoración y por el buen rollo que se respira. Obviamente, también por la deliciosa comida. Es un lugar que me hace sentir muy bien y de ahí que haya peregrinado hasta allí en numerosas ocasiones.
Su popularidad y gran ambiente también tiene una desventaja: que cada vez sea más caro y más complicado encontrar mesa. Además, tampoco se trata de ningún secreto escondido y su cercanía al centro también lo han convertido en un lugar con cada vez más turistas.
Pese a todo, es uno de los lugares de moda de la calle Parlament, un imprescindible para cualquier amante del brunch en Barcelona y sin duda una de las cafeterías de las que merecen una visita obligada… Una visita o mil!!!
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